miércoles, 21 de diciembre de 2016

Pitol/El tañido de una flauta… Mike Tyson traduce El principito.


Hace tiempo me pillé Orlando, de Virginia Woolf, en la cacareada traducción de Borges… decían que era lo máximo. Creo que lo máximo son Woolf o Borges, pero no la traducción de Borges del libro de Frau Virginia… encima, Orlando está muy lejos de Al faro o Las olas, que se salen… si me apuras, también está lejos de La Sra. Dalloway… o hasta de Entre actos… A ver si parte de esa diferencia no va a estar en el debe de la autora y sí en el del traductor… Leyendo Orlando tuve la sensación de que algo no encajaba… no sé… y que ese algo podía ser el mismísimo Jorge Luis…

En esto de las traducciones (dicen que inmejorables) de famosos hechas por famosos, son recurrentes varias… entre ellas, otras de Borges. Las palmeras salvajes también las leí… vaya decepción, bluff, por lo menos una de sus mitades, no recuerdo si las propias Palmeras salvajes o El viejo… luego te pillas ¡Absalón, Absalón! y tocas el cielo en cinco segundos… lo mismo que si pillas El Aleph, claro, vaya dos… Su Bartleby, el de Borges, no vale para la lista de agravios porque me gustó… no sé si a pesar de la traducción...

Sigo la serie con las soporíferas Memorias de Adriano de Yourcenar, traducidas por Herr Cortázar… ni la historia de Roma ni la literatura se merecen semejante bodrio… tampoco Cortázar. Algo pasa aquí… no incluyo en la lista de derribos sus Cuentos de Poe, que me pillaron de aborrescente y los tengo en un altar al que no he vuelto desde los quince…

A lo mejor estos escritores como la copadeunpino, me refiero a Borges o Cortázar… no saben elegir qué traducir, o tal vez han mejorado libros que eran aún peores, o han hecho traducciones muuuy malas de libros buenos, o vete tú a saber si andaban sin pasta y sin tiempo y es lo que hay, meu, que alimentarse es importante y mejor traducir aprisa y corriendo que pasar sin comer…

Salto un trecho y llego a… Sergio Pitol tradujo mucho… entre otras, le leí alguna cosa de Gombrowicz que incluyo en esta chorrada de repertorio de ¿buenas intenciones? y tampoco me pareció gran cosa; aunque, a lo mejor, lo era…

Pero para no desentonar con Borges o Cortázar, Herr Pitol escribe quetecagas… El tañido de una flauta te para los pies en seco, cómo se las gasta… El gachó Sergio juega con las cosas de escribir en el patio de su casa… y luego te invita a almorzar y todo es tan como innovador y complejo y rico que te dices que no vas a entender nada que este tipo, según me avisan,  juega en división de honor y para esto hay que estar preparado y yo no lo estoy pero qué me dices ya verás tú prueba… y es mejor probar porque gente así no es fácil de encontrar y ves que reparte, propone, sorprende, da juego, y cuando aparece una puerta te hace sentir que estás dentro y fuera a la vez… luego resulta que El tañido de una flauta, que es mucho libro, tiene su continuación en otras dos novelas que pienso buscar.

Vuelvo a las traducciones de derribo… a lo mejor es preferible que escritores con cuerpazo tan escultural y definido se dediquen a lo suyo, que es impactante, y no a lo de otros. Por su bien y por el bien de los otros… Si fuera algo así como traducción libre, pues vale, pero… Es como si Eddie Van Halen se pone a traducir a… quien sea, es que va a sonar a Van Halen, pero no a quien sea… y si se empeña en sonar como quien sea, va a sonar a Van Halen pero encorsetado y fuera de lugar… en el mejor de los casos... Me gustaría ver a Zurbarán ¿traduciendo? a Miró… no, al desierto traduciendo un chaparrón…

Pero prefiero los casos extremos por descompensados, no por simétricos… pensad en Megan Fox traducida por Meryl Streep, qué bochorno… o The Smiths traduciendo a Presuntos implicados… o Mike Tyson traduciendo El principito…

También está el caso en el que todo encaja, disque… Thomas Bernhard y Miguel Sáenz pareja cuántica, cuando uno más uno es infinito… recuerdo haberle leído a Herr Sáenz alguna cosa en la que aludía, para bien, a varias de estas traducciones ¿canónicas? de Borges, Cortázar... sí, las ponía por las nubes, como referencia, el no va más... de lo que no estoy muy seguro es de si Sáenz daba sus razones... incluía, también, el En busca del tiempo perdido de Pedro Salinas. A ver si encuentro lo de Sáenz… para darme en toda la frente con él



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