viernes, 14 de febrero de 2014

Benet y el Pindo...

La mierda, lo mismo que unos buñuelos, nos la pueden presentar pinchada de un palo o en preciosa loza de Sajonia… de ahí que el palo o la loza me traigan sin cuidado, no así la bazofia o la lambetada…

La Meditación de Juan Benet viene en procesión urticante… Del librajo este el comentario típico y primero que suele hacer todo quisque es que Benet lo escribió en un rollo de papel continuo sin interrupciones de ningún tipo ni puntuación ni diálogos ni… a ver, que nos cuentan que si el palo o la loza, pero nadie nos aclara si mierda o alfajor… de ahí que se pueda pensar que será mierda, que, si no, en vez de hablarnos del rollo de papel continuo pues nos contarían las grandezas de la obrita interminable de 400 paginazas casi indescifrables.

Una meditación es otra exageración astrofísica de Herr Benet… De acuerdo. Pero esta vez sin puñetera gracia… digamos que aburridísima y demasiado odaisamed… Benet de nuevo nos lleva a Región, y diremos olalá! pensando en el trallazo Volverás a Región… pero nadita de eso. Lo que en Volverás a Región era un torrente apabullante durante todo el libro de principio a fin, en esta otra son treinta o cuarenta páginas de las buenas, aquellas donde ese lugar y esos personajes y ese ambiente originalísimo y personal se nos echan encima y nos dejan calados hasta la intersección… pero lo demás, que será la Meditación propiamente dicha del gachó autor y que ocupa casi todo el libro… lo demás es que no!...

Los experimentos salen o no salen, así de fácil… en plan párrafo kilométrico los hay que lo bordan y los hay que mejor se hubieran quedado en casa ese día… yo prefiero un almendrado pinchado de un palo y no una mierda servida en porcelana… si me vienen con que un deportivo italiano con motor de utilitario o un utilitario con motor de deportivo, ahí se me queda el argumento disminuido… yo el deportivo italiano lo quiero con todos sus rampantes y el otro por el retrovisor… Si fueran coches, Volverás a Región vendría en bandeja de plata y Una meditación pinchada de una vara… luego estaba el pintor galaico que salía en la televisión y presentaba a su vaca Rita en cuyos bosteiros enmarcaba sus grabados, que luego vendía. Bueno, primero dejaba secar el pastelazo, y luego los ofrecía… 

Juan Benet, aparte los librajos sobre Región, en los que se ve que la cosa quedaba bastante por el Noroeste, pisó tierra de verdad… entre otros plantó el embalse de Santa Uxía, el que hay a la espalda del Monte Pindo… no sé.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...