lunes, 16 de septiembre de 2013

Motörman Ohle...

Después de Motorman viene Motorwoman... y luego Motörhead, discografía demencial... y Badmotorfinger... y de nuevo aparece Motörman, que este tipo está mumal de la cabeza y se escucha enteritos todos esos discos y luego encima quiere que las mujeres motor lo encuentren de sexy hasta el infinito...

El libro de Davd Ohle es incomprensible, neurótico, asténico, ¿original? ¿repetido?... de esto que vale para todo y para nada, mina antipersona, tratamiento urgente para evadidos y demás oscuridades... A mí me encantó porque me cogió así como con ganas de que me gustase, con ese nombre o título no es para menos... si no tuviese ganas de que me gustase creo que me habría gustado aún más, porque el librajo es torcido de verdad, revirado, falso... Al gachó Ohle nos lo venden como contracontracontra de culto... pobre, en manos de una razzia de catalogadores y enterados fashion no hay quien aguante el tipo... sería bueno que nos dijeran qué carajo es eso de la contranoséqué, creo que lo dicen contracultura, cuestión más bien panfletaria para tipos tontos de remate, personajes que para valorar o disfrutar de una obra artística, si fuera el caso, necesitan leer un periódico o saber quién gobierna tal o cual país... una pseudo bobada como bailar arquitectura que le dijo FZ con su Gibson al hombro y dejó callado al enteradillo que le preguntaba sandeces de persona culta sobre su música...

Te pones a leer y te empieza a sonar a mil cosas y a ninguna, eso está bien... como cuando te viene el estornudo pero luego se va, no digáis, y miras al sol y no hay manera de estornudar y parece mentira que no lo hagas porque está ahí... pero no hay manera... En cuanto a esos personajes que se llaman Gelatestas, no sé muy bien si en realidad son de gel de baño o de gelatina de colores o de cualquier otra cosa que nada tenga que ver con gel, en cuyo caso diría que son de Gominola... 

Por último, me gustaría que alguien me explicase dónde carajo sale la dichosa guerra de Vietnam... porque es que ni la vi pasar por el libro de Ohle... y parece ser que todo kiske se empeña en que sí sale... será cuestión de leer un periódico y preguntar por quién era el presidente... será que lo cuentan ahí, en la prensa digo, porque por el libro el asunto ni se asoma... momento que aprovecharán los listos de veras para empezar con que hay que leer entre líneas ¿? y demás andanadas por el estilo... y entonces no es que aparezca la dichosa guerra esa, es que hasta salgo yo de protagonista...

Al final viene el tipo editor y, por si no fuera poca la desorientación generalizada de Moldenke, se te agarra en la contraportada con que Joseph Heller y Trampa 22 (mimá qué trallazo en serie) y otros saludos y golpes en el pecho...

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