sábado, 15 de enero de 2011

Venus T (clasificada equis)


Se juntaron el otro día los líderes de la manada, habitualmente lo hacen, se cuentan en la cafetería sus estupideces y fantasmadas, y votan después, poniendo cara de que no se soportan, amigos del alma, la ley que corresponda. Venga todos a la carrera, que hay que marchar en los coches oficiales, con los dineros oficiales, a las tertulias oficiales, a cobrar las oficiales pensiones y los sueldazos gubernativos. Se pretendía dar carta de naturaleza al negocio convertido en ¿cultura?, al Emporio-Trust convertido en genio creador, y a la melaza política permitirle meter su obscena mano sudorosa hasta la campanilla de cualquiera de vosotros o nosotros, no digamos si osaramos decir cualquier tontería y publicitarla, por ejemplo, en internet. Y no se pusieron de acuerdo, cosa rara, ya lo arreglarán.

Ese día andaba con el incontrolable mando de la tédeté, arriba abajo a la hora del gemebundo festín tertuliano: 22:00 h. en adelante (la hora del Bobo). Qué inconmensurable despliegue de potingue oficialista gobierno/oposición, qué pandilla de mediocres y grises opinando como si fueran preclaros ciudadanos. Cuánto atrevimiento. A mí me abruma el desparpajo de estos cabecitas huecas repitiendo siempre el caldo gordo de los líderes, a semejante freak-show me quedo enganchado con frecuencia, estupor fascinado, contagiado, tragando lo que vomitan, soy uno más, o aún peor… Pero hoy no estamos para cantarles las cuarenta a todos éstos, qué aburrimiento, hoy estamos para doblar la cerviz ante el grito de ella, fémina singular, ser verídico de carne y hueso, que, cargando tintas por la no aprobación de la anunciada Ley S., trasmitía a la audiencia en aquella noche televisiva un sentirse la pobrecita, en sentido carnal desfigurado, penetrada contra su voluntad hasta lo más hondo de su ser, mancillada, esperando, ya algo desengañada, por su salvación, por la venida de su príncipe azul.


Su discurso-desahogo para poner de manifiesto tamaña injusticia en forma de no aprobación de la Ley de marras, y de paso la peripatética y precaria posición en la que según la ninfa ultrajada se sitúan los de su estirpe ahora desprovistos de su ley fetiche, lo inició nuestra Venus en plena bajada del Monte Sinaí, que te apartes Moisés, que aquí estoy yo, con un estridente: ¡Nosotros los creadores!...

Paremos aquí el asunto, informémonos antes: Venus Tertuliana, rondando los treinta y cinco, y muy atractiva despampanante en su disfraz catódico, ha publicado algunos libros. También tiene algún que otro premio que el Emporio-Trust ha considerado oportuno concederle para espolvorear y esparcir su polen y erotismo allende su pueblo y familiares. Qué tiene de malo hacer caja, a ver, si no, cojo y cierro la empresa… Cuando, en medio del mundo de ignorantes y desgraciados en el que le ha tocado vivir, bajaba el Monte Sinaí al canto de apártate Moisés, que aquí estoy yo, y nos advertía: “¡Nosotros los creadores!” Venus T, en su chispeante interior, pensaba que, el haber publicado sus tres libros de mierda y participar habitualmente en televisivas tertulias, la situaba, hombro con hombro, al lado de Bach o Picasso, en la mente de Franz K. o de Ingmar B., ideando las pirámides o capturando neutrinos a ojo. No sé cómo se contuvo y no soltó un más adecuado nosotros los genios! Y no sé cómo se le escapó y no se dio cuenta, estaría nerviosa, o le apretarían sus botas de tacón de 12 centímetros, que de ella, tan moderna y súper genial, se esperaba que dijera: Nosotras las creadoras, y no lo que dijo, tan masculino. Qué despiste, con lo guapa que iba yo ese día, cómo me pude olvidar, se me van a comer viva en las fashion tertulias de la tdt y demás compungida estridencia, qué vergüenza… Pero sigamos documentándonos: Tres años antes Venus T se las gastaba lúbricas:

Por favor, haré lo que sea, pero publicadme el libro, subiré mi falda hasta el techo… sí, llevo ligas, ¿y a que me vas a pedir que me deje estos taconazos? que una no va incómoda por amor al arte, sois todos iguales… oye, no te pases, por quién me… o no, mejor aún, si prefieres bajaré mis pantalones hasta el sótano, pero no mires, nunca he hecho algo así… bueno, pero sólo un poquito, ¿te gusta meter mano, eh? Sigue sin miedo, puedes tocarme, no seas tímido, espera, deja que me apoye, cuidado, así estoy mejor, por qué no te los quitas, los pantalones, y dejas que me piense lo de publicarte la novelita mientras te violo, a mi me gustas, el libro también, pero tengo que convencer a los demás, y para eso es mejor que me empape de ti… puedes llamarlos si quieres, hoy es vuestro día de suerte… pero así no, hombre, ponte algo, yo no me pongo nada, pues se acabó, pues no hay novela, pues te denuncio, pues te mato aquí mismo… ven, acércate, ya verás como encontramos una solución… siéntate en ese sofá, puedo ser muy convincente cuando quiero, déjame jugar un poquito contigo, me lo agradecerás, ¿qué me dices ahora?... Que sigas…

Cómo escribe de bien la criatura. Qué gran creadora. Su representante la llama la profesional, su lector la golfa, el editor la chupona, el editor también le dice que cuando vaya a las tertulias de la tdt, que eso entra dentro de su contrato, que varias de las cadenas forman parte del Emporio-Trust, vaya bien cachondona, que aunque sea una creadora, sí que lo eres mujer no te pongas así, no está de más andar con erotismos y sensualidades tocando ciertas teclitas, reventando modelitos ínfimos, licra, raso, escote. Que estando bien buena hay que darle gusto al cuerpo, tu hazme caso que ya verás cómo no te arrepientes, que otras que no pueden vale, pero tú, que estás para comerte, o te crees que yo me violo a la primera que me viene con su novelita kitsch, que me paso por la piedra a cualquiera, ni de broma, que si no estuvieras así de cachonda y no fueras así de golfa te iba a publicar el libro tu padre, pero no te pongas así, mujer, ¿no querías tu libro en las tiendas? Me vas a venir ahora con remilgos y sandeces, una artista moderna como tú, súper de tu época. El día que te conocí no le hacías ascos a nada, qué fiera, ¿estuvo bien aquello, eh? te habrías trajinado hasta al último de los eventuales con tal de salirte con la tuya, el dichoso librito, vaya porquería, y mira qué finolis estás ahora, y cierra la puerta, que no espero a nadie, y vamos a poner las cosas en su sitio…

La tele no es una discoteca, ni el patio de tu casa, ni la catequesis, ni tu pírrico club de fans. A ver si te enteras. Y mira que no te vayas a despistar con lo que tienes que soltar en las tertulias, toma tu guión y apréndetelo, no improvises, nada de cosecha propia, que la cagas, que tienes tus limitaciones, hazme caso, reina, que lo tuyo es tu tipazo y poner cachondo al personal, que eso vende libros, cohetes, o lo que haga falta ¿te vas a poner el modelito del otro día? los vas a dejar secos a todos, que sé lo salidos que andan, y a más de una sin saber dónde esconderse, pobres focas…

Esta es una pequeña parte de la verdadera historia de Venus T, novelista de éxito y opinadora de estupideces profesional, personaje real que a partir de las 22:00 h. podréis encontrar en, según el día, varias de las masificadas tertulias de la tdt, escandalizándose ante las tropelías que sufre su selecta tribu: la de los genios. Su lúdico festiva historia no es excepción entre sus compinches de ring catódico. En su gran mayoría todos están ahí después de haber puesto su trasero, o haber abierto sus sacrificadas piernecitas, para ser elegidos, aunque con eso no llega, pues no todos son capaces de aprenderse, luego del ejercicio lascivo, su cutre guión simplón, que no se les vaya a escapar una idea propia, no vaya ser que alguno la tenga, eso es imposible, no te preocupes, y se nos va al garete el espectáculo de 22:00 h. (la hora del Bobo).

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...