viernes, 5 de junio de 2009

Qué mediocridad

Que todo está inventado, o escrito, o lo que se quiera, es una verdad inamovible para una aplastante mayoría. Solo determinados egregios personajes son capaces de contradecir, y hasta dejar en evidencia, dicha máxima.

Que los demás pertenecemos a lo vulgar y mediocre es algo impepinable. Aunque nos dediquemos a soltar ocurrencias y estupideces sui – generis con las que intentar diferenciarnos del main stream, difícil será que alcancemos un milímetro de originalidad… triste realidad que sólo la vanidad y el exhibicionismo nos ayudan a obviar.

Pues bien, ni siquiera a la hora de elegir sobre el mapa, “on the ground”, un punto geográfico en el que situar el peripatético Páramo existencial en el que me arrinconaba al empezar esta patatada hace dos años y medio, acerté. El otro día encontré un libro titulado “El lago Baikal”, …cachindiez!! En él, un desconocido Thomas Strittmatter, sitúa su vía de escape ante una realidad que lo agota y extenúa. Evidentemente el libro no merece la pena… normal en alguien que decide hablar sobre estas cosas con alusiones tan pobres como la del título…


1 comentario:

IHateYou dijo...

Una vez leí ese libro. A mi en ese tiempo me gusto demasiado. Ahora buscando información sobre él, solo encuentro esto! El autor parece que murió bastante joven, privilegio que solo pocos tienen.

A lo mejor es una de esas gemas perdidas, o tal vez es una mediocridad, la cual no percibí yo en ese entonces. Pero que sea desconocido me anima, me hace pensar en ese libro como algo más personal.

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