jueves, 26 de marzo de 2009

Violencia ¿Qué coño es eso?

Estoy afectadísimo por la desgracia acaecida hace tres cuartos de hora. Horroroso. Sintonizando un canal de noticias me encontré con una entrevista que pensé que podría ser interesante. A los cinco minutos, un personaje al que hace no poco se tenía por outsider, free thinker, o lo que queráis, se relamía en su nuevo papel de representante y portavoz de los más apestosos eslóganes pseudo-moderno-güais. Entre sus muchas perlas una me dejó temblando. Fue una aseveración de “cum laude”, de “alma mater”, de “Padre nuestro que estás en los cielos”. Encima, un peloteo entre entrevistado y entrevistador, un qué razón tenemos, un qué moralidad la nuestra, qué ejemplo nuestros discursos… vomitivo. La perla de todas las perlas, olímpica, monumental, fue la siguiente majadería: “La violencia nunca está justificada”. Válgame dios. Aunque parezca mentira, dicha desconcertante, aberrante y vertiginosa aseveración está a la orden del día entre nuestros representantes, no digamos si el día anterior algún hecho delictivo, del tipo del que todos estáis pensando, ocupó metros y metros en los mass media.

Pero, ¿Que coño es la violencia? Compleja sería la respuesta, llena de vericuetos de todo tipo. Y por supuesto, imposible de abarcar para mi. Sin embargo, pensando en el entrevistado que “violentó” mi apacible velada hogaril no pude evitar montar un facilón guión televisivo: Usemos un elemental microgramo de nuestra imaginación y pensemos qué carajo haría cualquiera de estos alumbrados si al llegar a su placentero e idílico hogar se encontrara con su tierna hija y su deslumbrante esposa sodomizadas a la fuerza por una cuadrilla de individuos (por supuesto pertenecientes a algún grupo racial, social, que nuestro “prota” no soporta, ya sea un rojo o un facha, un jicho o un moro) ávidos de placer… No os cortéis, usar vuestra imaginación y poneros en su lugar… Pues sí, violenta respuesta sería la suya, qué menos (tenía una pistola en la chaqueta, afortunado él), y lógica, humana, comprensible y “Legal”. ¿Pero cómo, si tal reacción nunca es justificable?... Hay que ver qué cosas. O falar non ten cancelas.

Dan ganas, aunque la respuesta a nuestra “pregunta enunciado” se nos escape de las manos, de recordarles a estos líderes de pacotilla que figuras como la legítima defensa y el estado de grave ofuscación, principios como el de proporcionalidad, sistemas como el conjunto de nuestro derecho penal y un sinfín de normas, encabezadas por la Constitución, se hacen eco, de manera sustantiva o tangencial, de la violencia como elemento definidor.

Sería absurdo seguir, la violencia no es que “nunca esté justificada” como dicen algunos fantasiosos, es que está asentada en lo más elemental y básico de nuestra personalidad y sociedad. Violencias, violentadores y violentados los hay por todos lados. Hay violencias legales e ilegales, justas e injustas, comprensibles e incomprensibles, proporcionadas y desproporcionadas, etc. y etc. Las hay físicas y las hay afectivo emocionales. Un cuchillazo esgrimido de manera proporcionada y en legítima defensa puede no ser sancionado y un simple comentario soez, en determinadas circunstancias, puede ser más doloroso para quien lo escucha que una paliza… así estaríamos hasta mañana.

Volviendo a las fantasías televisivas, me encantaría protagonizar “péguele cinco tiros en la frente a sus políticos favoritos”. Elija usted mismo. Qué bacanal de plomo y sangre. Cometido sagrado. Imaginaros protagonizar esta nueva cruzada, la más deseable, justa, higiénica y reconfortante que se me ocurre. Placa, placa… pimba, pimba, …aasssucar!!

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